CINE – NACIONAL – CRÍTICA
Paco Caballero, en su segundo largometraje después de Perdiendo el Este (2019), ha creado una comedia fresca donde reúne a uno de los repartos más sensacionales y completos que pueden encontrarse dentro del cine español actual. Donde caben dos narra una historia de amor erótica, imperfecta y coral que gira en torno al Club Paraíso, un lugar de intercambio de parejas donde la mayoría de personajes acaba llegando para vivir una noche que de un modo u otro afectará a sus caminos.
La pareja a la que encarnan Raúl Arévalo y Melina Matthews busca solucionar su abstinencia sexual, mientras que lo que buscan dos amigas a las que dan vida María León y Aixa Villagrán es un anillo de compromiso perdido en la despedida de soltera de una de ellas. Anna Castillo es una joven camarera que trabaja en el club y recibe la visita del estirado de su primo encarnado por Miki Esparbé. Por su parte, Álvaro Cervantes se mete en la piel de un chico gay que acude al club para refugiarse en el Glory Hole y se topa con el personaje de Ricardo Gómez; y paralelamente vemos a dos matrimonios interpretados por Ernesto Alterio, Pilar Castro, Luis Callejo y María Morales que en plena madurez deciden probar cosas nuevas.
Y por si fuera poco, además de los personajes secundarios que también van cobrando importancia, tenemos a Ana Milán como anfitriona del Club Paraíso. Y mayor acierto imposible. Esa perspicacia, esa ironía, ese carisma juguetón… son perfectos para convencer a que los atrevidos (y no tan atrevidos) que entran por la puerta, salgan renovados. Ellos y otros invitados posaron en el photocall de la premiere en Madrid.
Paco Caballero y su equipo han elegido bien las canciones de la BSO que acompañan cada escena para enfatizar, especialmente, los momentos de máximo placer.
La película comienza llena de humor y va presentando poco a poco a los personajes. Aparentemente no hay conexión alguna entre las historias, pero todas desembocan en un mismo sitio y comparten un mensaje que a día de hoy es necesario transmitir y recordar, algo así como el cliché de “Sé libre y vive tu vida como quieras, acuéstate con quien quieras y sé feliz, sin arrepentimientos”. Lo que ocurre es que pese a que las historias que van directamente ligadas al club encajan como un rompecabezas y redondean el contexto, hay una trama externa que no se mezcla con las demás y aporta más bien poco. Podríamos decir que incluso se hace larga.
El guion, escrito por el propio Paco Caballero junto a Daniel González, Eric Navarro y Eduard Solà, va adquiriendo a lo largo del film un tono más romántico a la par que dramático, lo cual le quita gracia y fuerza. Si la hubieran dirigido hacia un tono salvaje repartiendo numerosas dosis de humor durante los 100 minutos de metraje, ganaría tiempo y risas.
El trasfondo de Donde caben dos se entiende perfectamente, pero quizá no esté bien plasmado o explicado. Es una película que, bajo la premisa de “¿Qué se me pasa por la cabeza?” cuando mente y corazón pierden el equilibrio y el cuerpo se descontrola, defiende el libertinaje. Sin embargo, si pretende que el espectador no juzgue los deseos y las relaciones ajenas, no debería ponerse a juzgar a los que no compartan sus conclusiones o principios.
¿Por qué verla?
Por los actores y actrices que participan en ella. La química excelente del reparto salva las historias menos interesantes y en general se pasa un rato divertido. No es la primera película que trata el intercambio de parejas -véase Sentimental (2020)- pero en este caso los espectadores son testigos de un orgasmo múltiple que seguro animará a más de uno a investigar sobre el mundo swinger. El 30 de julio en cines.
Valoración: ✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
Fotos: Lidia Barahona
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