MÚSICA – NACIONAL – CRÓNICA
Un concierto de Nil Moliner es un chute de energía asegurado. Es buena onda, buena música y diversión a partes iguales. Lo demostró una vez más este miércoles 4 de agosto actuando en el recinto Tarraco Arena, en el marco del Tarragona Music Festival 2021. El artista de Sant Feliu de Llobregat está presentando la “Gira Zero” meses después del inicio previsto y a falta de poco tiempo para el lanzamiento de su segundo álbum de estudio. Eso sí, con las mismas ganas o más de subirse al escenario y contagiar de alegría a sus fans que el primer día.
Las canciones de Nil comenzaron a sonar en la radio hace relativamente poco, unos 4 años. A partir de la composición de un tema no seleccionado para Eurovision 2017, un EP y un trabajo discográfico, han ido surgiendo un puñado de singles y colaboraciones exitosas que a día de hoy se han transformado en himnos salvavidas.
Con todas las medidas de seguridad y un público que hizo caso a las órdenes y se comportó quieto en sus asientos, el concierto fue una fiesta atípica pero memorable. El cantautor pop del momento arrancó el show junto a los siete miembros de su banda. Con fuerza sonó Hijos de la tierra y ya no pudimos frenar el ritmo.
Tocaron todas, y cuando digo todas es TODAS las canciones conocidas, lo cual animó a los asistentes a bailar y cantar de principio a fin. Nil Moliner se cambió tres veces de ropa sin olvidar sus llamativos y estampados conjuntos de pantalón, camisa y gorra; y mostró una gran complicidad tanto con los músicos como interactuando en la medida de lo posible con su querido público.
Pasearon desde los temas más movidos como Sale el sol, Se nos escapa, Calma o Sin tu piel hasta las baladas acompañado del piano, como Déjame escapar, Cien por cien, Por última vez o Se me va. Claro que Mi religión y Libertad fueron dos de las más coreadas, con los instrumentos de viento como protagonistas.
Acudir a un concierto de Nil Moliner y su equipo es recorrer un océano de emociones. Eso ocurre gracias a las letras que compone y que complementan un estilo musical propio que ha creado y que le identifica, más allá del pop como género con el que se le etiqueta. Véase Tal vez, Mejor así o El despertar. Muy diferentes entre sí, pero con una conexión entre ellas.
Poco a poco la adrenalina fue subiendo y llegó el turno de las canciones más recientes: La bestia, Epiphany, Solo y Me quedo tampoco faltaron en el repertorio. Mientras jugaba con las proyecciones en las pantallas, las luces y bromeaba con la banda, Nil Moliner aprovechó también para agradecer a su equipo todo el trabajo acumulado y desarrollado a lo largo de estos meses y al público su paciencia y su saber estar.
De cara al final, se quedó prácticamente a solas en el escenario para interpretar Mis cicatrices, Soldadito de hierro y Som ocells, ganándose unos minutos de aplausos. El cierre lo hizo por todo lo alto con Bailando, para que la gente se marchara a sus casas con las pilas cargadas.

Texto: Gemma Ribera
Fotos: Laia Paba
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