TEATRO – BARCELONA – CRÍTICA
Eva contra Eva está inspirada en la película All about Eve (1950) del cineasta Joseph L. Mankiewicz. Es una obra que nos hace ver el inexorable e inevitable paso del tiempo en el mundo del teatro. Qué difícil es envejecer en esta sociedad y aún más hacerlo como actriz. Parece que para tener éxito hay que estar al pie del cañón hasta el último momento, de lo contrario, uno queda etiquetado de actor o actriz obsoleto.
La obra adentra al espectador en un juego de espejos protagonizado por dos actrices. Encontramos a una veterana y en decadencia Eva (Emma Vilarasau) que ve como su papel pasa a ser invisible en el teatro como también lo pasa a ser ella en los ojos de su pareja. Y hay otra Eva (Nausicaa Bonnín) con la que se confronta, una actriz joven que busca hacerse un hueco en el mundo del espectáculo.
La debutante Eva siempre ha admirado a la diva Eva pero cree que ésta ha perdido la ilusión e interpreta los papeles de manera monótona, algo que se atreve a decirle sin rodeos. También piensa que el tapón generacional que a menudo se produce en el teatro le afecta y por eso no se le permite mostrar su talento. Según dice, hay una serie de actores veteranos que acaparan todos los papeles y no dejan paso a los talentos emergentes. La experta Eva, por su parte, ve en la joven Eva lo que sólo hace unos años sentía, y junto con el miedo de terminar olvidada hace que saque el mal carácter con las personas más cercanas y que éstas se acaben alejando.
Al juego de espejos hay que sumarle una acertada escenografía. La obra transcurre casi en su totalidad en un camerino de un teatro. No es nada fácil representar y diferenciar lo que se imaginan los personajes de lo que ocurre realmente. Pau Miró, encargado de la adaptación y la dramaturgia, consigue a través de los flashbacks que la historia tenga coherencia. Para ello, se ayuda de dos grandes espejos que muestran a ratos escenas que forman parte de la historia, a la vez que los utiliza para proyectar en directo la misma representación que se graba en una cámara situada en un extremo del escenario.
Tres personajes más completan el reparto: un director de escena -pareja de la Eva en su madurez, además-, su representante y un crítico teatral. En esta ocasión, el último personaje acaba teniendo un doble papel: es el crítico de las obras y también detective que juzga a la protagonista y su imaginario, lo que muestra la importancia que tiene en Eva su opinión, a pesar de hacer ver que las críticas no le importan.
¿Por qué verla?
Esta actualización del guion de 1950 cuenta con Sílvia Munt como directora de escena. Eva contra Eva es, hoy día, una pieza fundamental de la cartelera teatral, por lo que también se ha estrenado ya una versión en castellano protagonizada por Ana Belén. Aquí tenemos a dos actrices de generaciones distintas interpretando a un mismo Personaje. Dos actrices a las que vale la pena ver actuar. La Eva de Emma Vilarasau sigue enfrentándose al peligro de convertirse en invisible al llegar a cierta edad, mientras que la Eva de Nausicaa Bonnín busca un hueco en la industria. En el Teatro Goya hasta el 7 de noviembre.
Valoración: ✮✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE