TEATRO – BARCELONA – CRÍTICA
Después de tres temporadas en Madrid, Billy Elliot, el musical llega al Teatre Victòria de Barcelona. Se trata de una nueva gran producción musical para todos los públicos basada en la película de Lee Hall dirigida por Stephen Daldry que narra la tierna historia sobre ese famoso niño que quería ser bailarín. El pequeño, que vive en un pueblo inglés, pretende formarse y se encuentra en plena revelación. El problema es que los mineros del Reino Unido se encuentran en plena fase de huelga del carbón y la situación económica familiar dificulta que Billy pueda cumplir su sueño.
La película ganó tres Óscars (director, actriz de reparto y guión original), tres Globos de Oro (película, director y actriz de reparto), y 13 BAFTA. El musical ha obtenido más de 80 premios internacionales, convirtiéndose en el espectáculo más galardonado de la escena contemporánea hasta la fecha. La versión teatral se estrenó originalmente en el West End de Londres en el año 2005 y llegó a Broadway en 2008. Después pasó por América latina y en 2017 aterrizó en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid.
Para la adaptación teatral en Barcelona, se han hecho nuevos castings buscando niños y niñas de entre 8 y 13 años, con formación en ballet clásico y con muchas capacidades de canto. De las primeras audiciones se seleccionó un primer elenco que ingresó en la Escuela Billy Elliot dirigida por Coco Comín. El elenco infantil lo componen 60 niños y niñas catalanes, los cuales recibieron clases de ballet clásico, claqué, interpretación, voz, clown y acrobacia hasta alcanzar el nivel de excelencia y exigencia requeridos.
Finalmente, los cinco niños que dan vida a Billy en el Teatre Victòria según la función son: Iker Castillo Daifuku, Pablo Fito, Marc Gelabert Rueda, Pol Junquillo y Max Vilarrasa Rivas. A ellos hay que sumar el reparto de adultos de lujo encabezado por Natalia Millán, Óscar de la Fuente, Agustín Otón, Teresa Guillamón, Pedro A. Roca, Juanki Fernández y Allende Blanco.
Siendo fiel a la historia cinematográfica, en el teatro combinan las protestas contra los recortes del gobierno conservador de Margaret Thatcher y la vida de un niño que tan solo busca libertad. La política choca con la inocencia, aunque se distinguen las convicciones y las ambiciones de cada personaje. Billy lucha por su futura carrera profesional en contra de la voluntad de su familia, mientras que su padre lucha por mantener en pie el legado minero.
El musical está adaptado y dirigido en España por David Serrano (Hoy no me puedo levantar) y es un encargo de SOM Produce. Con la música de Elton John y las letras de Lee Hall de siempre simplemente traducidas, este espectáculo musical nos adentra en la historia de superación personal de Billy y nos hace entender que, a veces, la pasión por la danza puede con todo.
Ricardo Sánchez Cuerda es el director de la escenografía, una parte imprescindible para apoyar la espectacularidad de cada escena.El montaje que presentan en Barcelona es diferente a los anteriores, aunque respetan la historia y el mensaje. Se ha adaptado para que tenga sentido para el público español. Utilizan varios artilugios para escenificar dos espacios o más a la vez, decorados cambiantes, plataformas móviles, tecnología, juegos de luces y nuevas soluciones para llevar el montaje más allá de la emoción.
¿Por qué verlo?
A día de hoy hemos visto muchos musicales, pero es cierto que Billy Elliot, el musical tiene algo que te atrapa. Es increíble la magia que tiene la historia de Billy y cómo los artistas te transportan a su mundo. Este musical está lleno de sensibilidad, delicadeza y armonía. Desde el primer momento entras en la vida del protagonista y empatizas, ríes, lloras y disfrutas como un niño. Son casi tres horas de duración, pero pasan volando.
Valoración: ✮✮✮✮✮
Texto: Gemma Ribera
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