REVIEW: ‘Nieve Negra’, coproducción argentino-española dirigida por Martín Hodara

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CINE – INTERNACIONAL – CRÍTICA

La ópera prima de Martin Hodara fue La Señal (2006), en codirección junto a Ricardo Darín. Desde Argentina llega ahora Nieve Negra, un thriller psicológico estrenado allí en enero de 2017 y que podremos ver en España a partir del 12 de abril. Ésta es su primera película en solitario a cargo de la dirección y el guion. Se trata de un film de género que destaca más por su aspecto técnico que por el narrativo, pero que igualmente sabe mantener en alerta al espectador y contarle una historia con un impactante final.

Dos de los rostros más reconocidos en América Latina -y casi que en el mundo entero- se ven las caras en esta coproducción argentino-española: Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia. Ellos encarnan a los dos hermanos protagonistas. Detrás suyo está la catalana Laia Costa -quien les pisa los talones con su interpretación de la mujer embarazada de Sbaraglia- y, ya en un segundo plano, Federico Luppi -con un papel poco remarcable- y Dolores Fonzi como la hermana menor a la que apenas vemos. Cabe decir que cuando se escribió el guion Hodara no tenía en mente a estos actores, fue una decisión que vino después. Apostar por lo seguro no suele ser un error; aunque a veces, como ocurre aquí, queden restos de zumo por exprimir.

En rueda de prensa del 20º Festival de Málaga. Cine en Español, que fue donde nosotros visionamos la película, el director explicó: «Me interesaba contar la historia de dos hermanos con un pasado oscuro que les influye en el presente. […] Todas las familias tienen esas cosas que nadie dice, ese componente más de secreto que de mentira. Es algo universal». Y es que el argumento gira en torno a la repartición de la herencia del padre de familia, fallecido de forma prematura tiempo atrás. El relato aumenta el pesimismo y el suspense conforme avanza la trama mientras crecen los flashbacks que arrastran al espectador al pasado para mostrarle varios secretos enigmáticos de los personajes principales.

Salvador, el personaje de Darín, vive aislado del mundo en una casa perdida en lo alto de las montañas. Es un hombre de pocas palabras que no tiene un espejo ni humano ni físico, con un importante desgaste también a nivel emocional. Por esta razón, cuesta reconocer al actor escondido bajo una caracterización extraña y jugando un rol distinto al habitual. Tal es así que su actuación quizá resulte la más sorprendente. Sbaraglia es Marcos, el hermano que regresa a buscar lo que merece sin saber lo que el futuro le va a deparar. Las situaciones a las que se expone son complicadas, pero él saca todo su carácter. Y qué decir de Costa. La actriz de nuestro país es Laura, una mujer que está metida en una burbuja misteriosa de la cual sale cuando se acerca el desenlace. En la recta final gana protagonismo y sostiene la máxima atención.

Han necesitado seis años para tirar adelante este proyecto cinematográfico. La mitad de la película se rodó en Andorra, con sede de operaciones en La Seu d’Urgell, y la otra mitad en Buenos Aires y en el sur argentino. El frío que sienten los personajes es real. «Pasamos mucho frío en Andorra. Fue llegar a Buenos Aires y tuvimos que quitarnos la ropa», comentaba Sbaraglia. Por su parte, Laia Costa nos comentó que para ella el rodaje ha sido muy bonito. «Es una película muy sutil. Un thriller o un western, según como se mire, donde los personajes explicamos el clima que Martín tenía en la cabeza». El hecho de tener localizaciones de rodaje en ambos lados del charco ha hecho posible que unos y otros vean y trabajen aquí y allá. Un auténtico intercambio cultural.

El titulo contradictorio que da nombre al largometraje es uno de sus primeros atractivos. Si los flashbacks son el recurso narrativo utilizado para desmontar la linea temporal, la nieve es el elemento visual que refleja dicha unión entre el pasado y el presente, entre la oscuridad y la luz. Funciona como un personaje más. La excelente fotografía de Arnau Valls Colomer permite la integración de la nieve y del resto del paisaje, creando el efecto de intriga deseado. Lo que no convence es la resolución de la trama. Los flashbacks inciden demasiado en subrayar circunstancias que parecen obvias, de modo que es fácil predecir desde fuera como va a terminar la historia, por mucho que dentro del film los personajes no lo tengan muy claro.

  • ¿Por qué verla?

Realmente es una lástima que Nieve Negra no deje mucha libertad al espectador para tener su propia visión de los hechos y sacar conclusiones, porque el planteamiento es interesante y el desarrollo de los personajes está repleto de mentiras y confidencialidades por descubrir. Según confesó el equipo presente en Málaga, el final no era tal como es, pero quisieron darle una mirada diferente para que, al menos, los espectadores sigan pensando en el film al volver a sus casas. Y eso sí que ocurre, la verdad sea dicha. Es una película más de contener que de mostrar, con un juego de doble sentido que no te deja indiferente. En latinoamerica el éxito les ha llegado sin precedentes y ahora esperan cosecharlo en España. Recomendamos ir al cine porque como mínimo la iluminación y los paisajes piden ser vistos en pantalla grande.

Valoración: ✮✮✮

Texto: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE

Aquí el trailer:

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