REVIEW: «La Llamada, la película», del teatro al cine para demostrar que la música hace milagros

CINE – ESPAÑA – CRÍTICA

Últimamente se ha hablado mucho de La Llamada en los medios, en las calles y en las casas. Y no es para menos, pues el salto al cine de Javier Calvo y Javier Ambrossi como directores es un salto mortal hacia adelante, y si me apuras, incluso con tirabuzón. Tras cuatro años representando dicha comedia musical en el Teatro Lara de Madrid, La Llamada se ha convertido en un fenómeno generacional que ha atrapado incluso al público más joven, y el 29 de septiembre llega los cines en formato película. El carisma de los personajes, su naturalidad a la hora de interpretar, la mezcla de canciones de estilos diferentes y una temática controvertida que en cada escena grita  «libertad» y «auto-consciencia» han permitido que la tendencia hacia el drama adolescente de esta comedia musical no sea un problema, sino más bien un aliciente para demostrar la originalidad y el talento que esconden Los Javis y todo el equipo que de un modo u otro participa en el proyecto.

En la entrevista que hicimos hace unos días a los directores, ya confesaron que aun hoy no se pueden creer la aceptación y repercusión de la obra, pero no les falta razón al decir que la adaptación cinematográfica es aun más divertida y tiene un componente inspiracional que va a trascender.

Si viene alguien a explicarte que hay una chica llamada María que pasa el verano encerrada en un campamento religioso y que un buen día, de repente, allí recibe la visita de Dios cantándole por Whitney Houston; lo más seguro es que te extrañes y la idea te atraiga poco. Pero si además te dicen que la joven es una rebelde que hasta ese entonces tenía la intención de hacerse famosa gracias a un grupo de música electrolatina que comparte con su mejor amiga Susana y tú no estás familiarizado con La Llamada, es probable que asocies este argumento con un absoluto desastre.

Pues no, querido lector/a: De desastre nada. Es cierto que parte de una trama surrealista y que la estética y el planteamiento son bastante ‘frikis’ a primera vista, pero en el fondo la cinta ofrece un retrato muy realista de la última etapa de la juventud. Habla claro desde una perspectiva libre de prejuicios, y lo ejemplifica con un cuarteto de protagonistas femeninas que da sentido pleno a la historia y cuya relación no se altera pese a las distintas formas de pensar que se exponen.

Macarena García es María y Anna Castillo es Susana. María es la ‘niña buena’ que vive a los pies de su amiga hasta que su corazón da un vuelco por culpa de una entrega religiosa. Susana, por el contrario, tiene un comportamiento más obsceno y se refugia en las drogas y el sexo para intentar olvidar sus pensamientos. Las dos viven el momento a su manera y quieren huir del conflicto interno que les persigue sin querer. Las monjas supervisan cada una de sus acciones, pero Sor Milagros (una maravillosa Belén Cuesta en todas sus facetas) y Sor Bernarda (una exigente pero conciliadora Gracia Olayo) son las que acaban puniendo su mundo patas arriba.

La que más y mejor canta es García, lo cual es lógico porque es la protagonista. Aun así, las cuatro mujeres saben tantear el terreno, y sobre todo Cuesta, que se come la cámara con tan solo una mirada. Los números musicales adquieren un punto cómico con la presencia de Richard Collins-Moore encarnando físicamente a Dios, aunque en general todos los personajes -incluyendo los secundarios- tienen su minuto de gloria y se nota que los directores han medido cada secuencia al milímetro para que lo puedan aprovechar.

La película está plagada de contrastes en cuanto a personalidades de los personajes, temas tratados, tonos de conversación y también emociones, pero el guion da por sentado cuales son las intenciones en cada caso y encamina al espectador hacia un mensaje final acerca de la importancia de ser uno mismo, actuar como uno quiera y dejar vivir a los demás en paz.

  • ¿Por qué verla?

Es una comedia costumbrista que viaja entre el presente y el pasado. Una historia llena de simbolismos teen donde los personajes tienen alma, hablan con propiedad y pronuncian un discurso creíble que pondera lo cómico y lo dramático sin llegar a desorbitar la cinta. El escenario es muy simple, pero el hecho de viajar a Segovia para rodar ha hecho posible que el traslado de la obra teatral a la gran pantalla dé lugar a un producto distinto que conserva un par de bienes comunes: mucho esfuerzo y un trasfondo interesante que se deja ver gracias a la música. Porque sí, aunque a muchos les choque, sentir La Llamada resulta fácil porque las composiciones del cantante Alberto Jiménez (vocalista del grupo Miss Caffeina), la BSO oficial interpretada por Leiva y las covers de los personajes principales hacen milagros.

Sorteo "La Llamada"

**ACTUALIZADO: SORTEO DEL PÓSTER FIRMADO CERRADO**

 

Valoración: ✮✮✮✮

Texto: Gemma Ribera
© COMOexplicARTE

Aquí el trailer:

 

 

 

 

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