MÚSICA – ESPAÑA – CRÓNICA
En noviembre de 2016 estuvimos en una de las primeras paradas de la gira Destino de Antonio Orozco. Ahora, 13 meses después, el artista culmina su tour de más de 160 conciertos con un doblete en el Sant Jordi Club: su #ÚltimoDestino. Anoche cerramos el circulo asistiendo a la primera de las dos fechas (20 y 21 de diciembre). ¿Dos conciertos iguales? A simple vista si, porque el setlist, la escenografía y el guion prácticamente se mantienen, pero siempre hay algo que hace que cada show sea diferente y especial, y este fin de gira en casa no podía ser menos.
El año pasado el cantante de L’Hospitalet perdió a su director musical Xavi Pérez y le dedicó el concierto íntegro. Por desgracia, ésta no ha sido la única calamidad, pues en octubre falleció Susana Prat, ex pareja y madre de su hijo. Pese a las circunstancias, Orozco ha seguido en pie y ha sacado la fuerza de donde no la hay sin bajarse de los escenarios. Por ello, sus fans han querido estar a su lado y mostrarle el máximo apoyo en los momentos difíciles que está viviendo. El hecho de volver a tocar en Barcelona significa mucho para él y para su séquito, y eso se notó anoche en el recinto.
Hubo tanta música que casi no hicieron falta palabras. Tardó casi media hora en hablar y lo primero que dijo fue «Tengo mucho que cantaros y muy poco que contaros». Orozco habla muy bien y tiene medido al detalle lo que debe decir para llegar como una flecha al corazón de quien le escucha. Fue animándose poco a poco y se notaba que cada discurso que pronunciaba le salía de sus adentros y estaba lleno de sinceridad, amor y agradecimiento.
Viste ropa de calle, suele hacer maniobras con el micro para proyectar la voz, trata al público de usted y le encanta correr y saltar de un lado al otro del escenario. Así es Antonio: fogosidad y ternura a partes iguales. En este concierto, como es costumbre, no faltó ni un tema conocido por cantar. Desde Mírate, Pídeme o Podría ser -de su último álbum- hasta Ser o no ser o El Viaje -con los que empezó-. Actuar con la banda al completo aporta mayor sonoridad y fuerza a sus canciones, pues todas sonaron en su versión más rockera y movida. Bajo mi punto de vista, este cambio de música con nueva instrumentación y ritmo en directo está bien para animar al público, pero cuando hay baladas tan sentimentales como por ejemplo Devuélveme la vida o Estoy hecho de pedacitos de ti, resulta un poco desastre hacer una versión «rápida»… ¡Tan bonitas que son las originales!
«Nunca hubiéramos imaginado que Destino nos llevaría tan lejos y nos hiciera querer volver al principio, aunque parezca un juego de palabras. […] En estos tiempos, el mejor premio que podríamos tener, y hablo en nombre de todo el equipo, sois vosotros», explicaba el artista dirigiéndose al público en una breve pausa. Además de Llegará, Hoy Será, Temblando y Que me queda, éste último con una extensa presentación de los músicos incluida, también tocaron Por pedir pedí y Pídeme, dos temas de titulo similar pero de letras distintas. Para presentarlas, el artista reiteraba su opinión: «Os pido que os quedéis conmigo. […] A veces me da la sensación de que estamos pisando las nubes. Esto es un sueño hecho realidad pero, tal como decía un amigo, es importante saber adónde vas pero más saber de dónde vienes. Yo no estoy dispuesto a perder, bajo ningún concepto, a ninguno de vosotros».
Antonio Orozco está muy vinculado con la labor social y médica que realizan en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Él ha sido el precursor y embajador del proyecto infantil ‘Ángeles de la Guarda’ cuyo fin es ayudar a las familias de pacientes con necesidades especiales. Una de las actividades para colaborar forma parte de este tour, donde siempre dedica unos minutos de silencio entre tanto ruido a la causa. De este modo, ayer el cantante también hizo campaña solicitando que, a través de un simple mensaje de texto vía móvil (SMS), el público aportara un donativo. Según confirmó a viva voz, los fondos recaudados hasta la fecha han permitido poner ya en marcha el proyecto, así como dar comienzo a otras iniciativas más pequeños pero no menos importantes.
Hizo algún que otro comentario referente a la situación política en Catalunya -justo actúa en plenas elecciones- pero sobre todo regaló palabras de cariño para los que están y para los que ya no están. Para cada uno de sus seguidores; para su madre Carmen -presente en medio del mogollón- y para sus dos héroes ausentes. En el bis, fue entonar los primeros versos de Mi héroe y soltar lágrimas. Sin duda es su canción más sentida y era la más esperada, pues para muchos se ha convertido en un himno. No podía cantársela a alguien que no fuera Xavi Pérez.
Y advirtió textualmente «Lo único que me queda es mi palabra. Prometo que ojalá en próximos tiempos pueda estar a la altura de vuestros oídos. Yo no voy a parar». A mí también me falta decir solo una cosa: aquél que reniegue de la voz de Orozco, que vaya a verle en directo.
Texto: Gemma Ribera
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