TEATRO – BARCELONA – PRESENTACIÓN
Ya son tres las veces que Ricardo Darín ha cambiado de compañera para representar la obra de teatro Escenas de una vida conyugal. Primero fue Érica Rivas (con la que visitó Barcelona en 2015) y luego Valeria Bertuccelli. Ahora le toca el turno a Andrea Pietra. Así pues, la pieza regresa al Teatro Tivoli para recuperar las situaciones conflictivas que sufre un matrimonio mientras pasan 25 años de su vida. Dos personajes con cierta valentía representando una relación de pareja que puede encontrar puntos en común con la realidad actual más cotidiana.
Durante dos semanas (del 13 al 24 de noviembre) el espectador podrá verse reflejado en una de las obras más significativas del dramaturgo Ingmar Bergman, la cual está dirigida en esta ocasión por la directora argentina Norma Aleandro.
En la rueda de prensa previa al estreno, Ricardo Darín ha asegurado que “hay un humor intrínseco en la pieza” fruto del deseo de poder decir las cosas “sin eufemismos” plantando cara al dramatismo. El actor argentino lleva muchos años defendiendo su papel en esta adaptación teatral, pero dice que comprende el cambio de actrices que ha habido porque no todo el mundo asume los personajes del mismo modo.
“Cuando una obra se extiende en el tiempo es difícil que signifique lo mismo que al principio. A mí me resulta complicado bajarme del personaje porque yo formé parte de la génesis de este espectáculo, pero si hubo cambios fue porque cada una tuvo sus razones personales”. Igualmente, tiene claro que Escenas de la vida conyugal es una obra de dos y que lo más valioso es la generosidad, una “cualidad de la que Andrea Pietra puede presumir”.
Pese a ir compaginando el teatro con el cine -atentos porque el 29 de noviembre se viene La odisea de los giles, película en la que comparte pantalla con su hijo Chino Darín por primera vez-, Darín asume que, por lo que al escenario se refiere, solo tiene ojos para esta. “No puedo estar en una pieza teatral pensando en otra, lo probé pero se me hace muy duro a nivel emocional”
La complicidad entre Andrea y Ricardo es evidente. “Llevamos dos años haciendo esta obra juntos y el texto no se agota”. Los dos tienen la humildad suficiente para lidiar con la fama. «Conocer este oficio desde temprana edad hace que descubras en profundidad el otro lado del mostrador. […] Por suerte aún conservo los pies sobre la tierra”, señalaba Darín en referencia a su larga trayectoria profesional. Pietra asentía al reconocer que la mejor recompensa para su trabajo conjunto es la satisfacción del público, porque así se consigue la propia.
Escenas de la vida conyugal puede hacer reír, llorar y reflexionar al espectador. Lo comprobamos en la versión de 2015 y lo corroboramos ahora.
Texto y fotos: Gemma Ribera
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